Usted cree demasiado en la poesía, le espera una
vida difícil. Yo también creo, pero desde la resignación. El misterio de la
poesía nos saca de la influencia de la carne y nos permite esperar la noche
divina. Soy un poeta que ya no busca las palabras, sino el verbo...
De Jacobo José Fijman
Alguna vez vi algo que no escribí. Tuve
conciencia de la consecuencia si aquello salía a la superficie, y me aparté.
Con el tiempo, me arrepentí de no haber
sido, me bastó saberlo. Guardé mi vida como un rollo de papel, cumplí con una
tarea, cuidé mi jardín.
Probablemente Figman lo supo, pero el cruzó
el umbral, tuvo a su corazón en una mano, le cayeron algunas gotas de sangre
que no le importaron, y se perdió dentro de sí mismo. Aún hoy se recuerdan sus versos, a pesar de haber pagado un
precio, a medio camino entre la iluminación candente y el brutal desasosiego de
su mundo vulnerable, en ese lenguaje ajeno que semejaba una liturgia.
He aquí una de sus clarividencias.
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