sábado, 16 de abril de 2016

Lo que dura la nostalgia


Después de un instante de silencio, acaso apacible, percibo el aroma de las hortensias. Se me ocurrió la idea de mirar las copas desde abajo, con el crepúsculo de los nubarrones borravinos los pétalos parecían cultivar en sus bordes un tono amarillento, como si un sol de mediodía las reflejase pálidamente desde adentro.

Entendí que todo en ellas es armonía y expectación, como si estuvieran esperando declinar ante la noche calma, las casas cuyas tranqueras están llenas de mariposas que parecen volar.

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