sábado, 2 de febrero de 2013

La definición de la poesía


Me gustaría indagar sobre que es definir sustancialmente un concepto, como encontrar las palabras para aproximarnos a lo que envuelve una idea, su adentro, la sombra que hay en el detrás, inquiriendo hacia donde se desprenden sus esquirlas y porqué, que nociones atraviesa, que sentido…

Pienso en la indefinición de la poesía en este aspecto, incluso desde el punto de vista de la representación estética, asociar una imagen a una idea, alguna vez pensé que si alguien organizara un concurso donde la tarea fuese ilustrar a la poesía el resultado sería impensable, donde los criterios quedarían pulverizados frente al sentido incomprensible de la propuesta ¿Cuál sería la imagen de la poesía? Hagamos un ejercicio con otros conceptos que formarían parte de un supuesto imaginario colectivo, si pensamos en la idea de revolución por ejemplo, desde el contexto político y social, automáticamente vendría a nuestras mentes el rostro del Che, allí lo que ocurre es una asociación inmediata, una representación simbólica cuya bandera ha sido un vehículo de adscripción de multitudes portando antorchas.

La justicia es otro caso, aparecen los platillos balanceados y un rostro con los ojos vendados, la medicina pareciera estar bien representada bajo una serpiente enroscada en la Vara del griego Asclepio (o Vara de Esculapio según los romanos), considerado Dios de la medicina, se trata de un símbolo que identifica aquello que vive tanto sobre la tierra como en su interior, tornándose visible desde las marquesinas de las farmacias.
¿Porqué al diablo se lo asocia con una figura con cuernos, tridente y capa roja y completamente rodeado de fuego? ¿la pintura de Miguel Ángel es la cabal idea de Dios?

Pero la poesía no encuentra una imagen que la represente ¿Cómo ilustrar lo que ocurre? ¿Cómo simbolizar la belleza de lo oculto? ¿Acaso mediante un crepúsculo, un ave, la mirada de un sapo, un rostro? Si es por esto último encuentro en las fotografías de Rimbaud y sobretodo de Baudelaire auténticas expresiones de poetas, hay algo en esas miradas que transmite lo que son, lo que fueron, lo que invariablemente estaban destinados a ser.

Ahora si vamos a las definiciones la historia no es menos complicada, muchos grandes poetas coinciden en que es imposible conceptuar a la poesía, si se hiciera un congreso con el solo objeto de proponer definiciones encontraríamos de cien escritores cien definiciones diferentes, y seguramente todas tendrían sentido y razón. Esto fortalece la idea de que la poesía solo se representa a si misma, y que no es posible comprenderla.

Juan Gelman arrojó en unos versos una definición muy linda: “la poesía, un arbolito sin hojas que da sombra”, que en realidad es un poema perteneciente a Dibaxu (debajo en sefardí)

amarte  es esto:
una palabra que está por decir
un arbolito sin hojas
que da sombra.

A su vez elige una definición de José Emilio Pacheco muy interesante:
La poesía es la sombra de la memoria.
Tomemos el sinsentido de analizar al menos esta definición:

La poesía es la sombra de la memoria…

¿es así?
¿tiene sombra la memoria?
¿Acaso declina cuando atardece?
¿Qué es la memoria?
¿No olvidar aquello que ha sido cultivado por el conocimiento?
¿No olvidar lo creado?
¿y que es la sombra?
¿Algo que certifica el tiempo o la finitud de lo creado?
¿lo que ya no es, lo que ha sido?
¿No es la sombra un testigo cautivo de la memoria?
¿Todo cuanto se recuerda o se atesora tiene sombra detrás?
¿Es así realmente?

Quisiera saberlo.
Quisiera no saberlo nunca.

Ir en espiral, mientras oblitera lo inaudito, en algún sesgo del infinito que nace.

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