Creo, en todo momento, que resulta esencial
contener nuestro desasosiego, no como una esclusa desmedida y arbitraria, sino
para modelar los contornos de una opacidad, subjetividad que cabe en una copa
áurea, nuestra propia e inabarcable inmediatez.
Es preciso aunar lo aullado…
En estos últimos tiempos percibo planos de una fragmentación que acabará por incomunicarnos, si seguimos esta cultura de habitar certezas en nuestras propias interioridades, sin abrirnos a las verdades de los otros. Hablo de una apertura y de una propuesta, de generar profundidades concéntricas en contextos disruptivos, acaso un modo de fugar en espiral, un desarraigo movido por inquietud, por tarea oscura, esos sentidos primarán.
Por lo pronto, pareciera que toda conjetura es tejida en plural, los vientos arremolinan las doctrinas.
Mi estimado amigo, espero disculpe esta nueva irrupción y no me juzgue, por tal, impertinente. Sucede que recién he regresado de un maravilloso viaje por Buenos Aires, la completitud de un círculo interior que resultaría muy larga de explicar, y a mi retorno me he sumergido en la sinuosa tarea de confrontar a Arlt, quien ha quedado atrapado en mi garganta. Segura de que podría hayar en su espacio alguna pócima catársica he arribado a la carrera, más de esta medicina no encuentro una receta entre sus anaqueles.
ResponderEliminarEs una tontería preguntar, pero ¿ha leído usted a Arlt?
Verá, he hurgado entre la telaraña digital y cuanto he conseguido se limita a algunas aproximaciones demasiado analíticas para mi gusto. Yo no quiero desmembrar a este escritor, solo necesito la copa de un algo que me ayude a bajarlo hasta el estómago, alguna alquimia que lo libere, por qué no, quizá desde esas profundidades concéntricas de las que habla.
Si alguna vez le aborda, no se olvide usted de esta asidua lectora en la distancia.
Un abrazo, con todo este espanto Artletiano y Bairense.
Estimada amiga
ResponderEliminarSin saberlo anduvo por mis pagos, no es nada fácil lo que pretende ser desentrañado, abruma pensarlo, solo puedo decir que leí a Arlt pero que su pregunta requiere una profundidad que apenas cabe en esta copa.
Le prometo acercarme a una reflexión, tipos como Roberto Arlt, que algunos llegaron a expresar que "escribía mal" son los que suelen generar el efecto de un "cross en la mandíbula" tal como lo entendía este genial escritor.
Agradezco este tema y me alegra este viaje realizado, al igual que su visita.
Un abrazo
Bien, sea cuando sea que se produzca su reflexión, estaré atenta y agradecida de poder disfrutarle en la lectura.
ResponderEliminarCréame que no fue poca cosa para mí esta novela, no ha dejado de darme vueltas en todo el cuerpo y si en vez de computador usara papel y lápiz, mi papelera ya no toleraría más desechos. Ha quedado, como le digo, atravesado en mi tráquea.
Lo más concreto que podría articular ahora es que esa obra me resultó tan vital que casi me hizo daño, me quedó doliendo adentro. La maldición de un espejo, a no dudar!
En fin, por lo pronto me seguiré regodeando entre sus improntas.