
Hace
poco supe de un nuevo libro de Martín Caparrós, con dibujos de Miguel Rep,
sobre la recreación de la vida de José Hernández contada a través de su personaje
más emblemático, el gaucho Martín Fierro, me pareció válido el recurso, y por
lo que escuché, el resultado de dicha operación deja en evidencia las contradicciones
del escritor, por haber utilizado un personaje que nada tenía que ver con su
propia idiosincrasia. Pienso que en algún momento leeré ese libro, pero la idea
me dejó evaluando la posibilidad de un dilema, si en ocasiones, cuando recorremos
ciertas distancias a través de un personaje conceptual, no llegamos a cuestionar
lo suficiente el hecho de que el “recurso” no represente realmente lo
desasnado, o si en todo caso, es el personaje conceptual quien plasma una lenta
sentencia que el autor no puede dirimir, acaso una cuerda que se anuda a sí
misma.
En el libro de Caparrós, es el personaje el que regresa del pasado para interpelar
a su creador, y poder recuperar una voz que fue falsificada, ya no se puede
decir que el autor crea al personaje, ese gaucho que se abrió camino al paso
del tiempo, ahora puede mostrar las contradicciones del autor, al punto de saberse
traicionado “Me hizo decir lo que él quiso / no lo que yo había vivido”,
dice este nuevo Fierro, y tal como se expresa en esta nota periodística que
cito al final del texto, “el libro entero se convierte en un gesto de
reparación y un acto de restitución: una voz usurpada que regresa para decir su
verdad y saldar deudas”.
Alguna vez, pero consciente de la derivación de
lo creado, el poeta y titiritero Javier Villafañe indagó sobre el asunto,
cuando afirmó lo siguiente: "Yo les he hecho muchos reportajes a los
títeres. Me han hablado, o al menos yo les hago preguntas y si uno pregunta es
porque tiene la certeza absoluta de que hay eco”.
Y vaya
si Villafañe era consecuente con esta afirmación, como cuando uno de sus títeres
lo interpeló a través de sus palabras escritas, al decirle que era mentira que
a su creador le gustaban las lluvias, que eso era trampa, o sea literatura, porque
cuando llovía salía “con un impermeable, un sombrero, botas de goma y un
paraguas”.
A la luz de las circunstancias, se infiere que lo profesado por Hernández
careció de un carácter interrogativo. Proyectó una sombra que lo terminó
cubriendo.
Acaso unas cuantas crónicas falsas, y un puñado de verdades que se
perdieron en el tiempo.
Textos
consultados:
Martín
Caparrós y Miguel Rep recrean la vida de José Hérnández contada por Fierro. Disponible
en: https://www.pagina12.com.ar/828981-martin-caparros-y-miguel-rep-recrean-la-vida-de-jose-hernand
Javier
Villafañe, el titiritero trotamundos. Disponible en: https://www.cultura.gob.ar/javier-villafane-el-titiritero-trotamundos-10677/