viernes, 19 de abril de 2024

Lo no pintado


porque es ahora donde empieza lo que se tarda en completar, todos los trazos que caben en un plano sin sus límites definidos, en el que los nubarrones cubren los picos helados de las montañas acartonadas, en ese mapa invisible surcado bajo los pliegos de la infancia, cuando todas las cosas estaban por hacerse.

(sin) entramado, abrace algunas teorías, pero desde el barroquismo más vulnerable, ese que no sabe de lecturas consecuentes, ni problemas apropiados ilícitamente. Acaso el poema se transformó en relato, pero un relato autocompasivo, intervenido desde un risco desde donde era posible sostener el anclaje de la literatura.

Pero no sé cómo sigue, porque hace años que sigo jugando con un hilo rojo, para que parezca una intervención pictórica de un cuadro por hacerse, en donde creo saber en qué parte estará ubicado lo que debe conservarse, sin ovillos enredados ni cortinas de flores enteladas.

acaso lo siguiente:

dos manzanas tenuemente iluminadas, una cesta de mimbre y un escarabajo de papel glasé.

el hilo colgando de la cesta.  

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