sábado, 30 de noviembre de 2024

Lo que aún tiembla en la noche

Sucedió en un concierto hace 30 años, un poeta con reminiscencias del punk, en su última canción, se detuvo durante un segundo, antes de transformar su angustia en un aullido, fue cuando Kurt Cobain eligió tocar "Where Did You Sleep Last Night" del blusero afroamericano Leadbelly, para finalizar un concierto acústico del cual se tenían pocas expectativas.

En algún punto, hizo que se detuviera el tiempo en ese segundo, cuando bramó la frase "I'd shiver the whole night through", (temblaría toda la noche), dándole otro sentido a la canción, tan honesto como doliente.

En un cuento de Julio Cortázar, “El perseguidor” -un homenaje al gran Charlie Parker- se lee lo siguiente, de parte de Bruno, un crítico de jazz:

al final Marcel convenció a Johnny de que lo mejor era probar, se pusieron a tocar los dos y nosotros los seguíamos de a poco, más bien para sacarnos el cansancio de no hacer nada. Hacía rato que me daba cuenta de que Johnny tenía una especie de contracción en el brazo derecho, y cuando empezó a tocar te aseguro que era terrible de ver. La cara gris, sabes, y de cuando en cuando como un escalofrío; yo no veía el momento que se fuera al suelo. Y en una de esas pega un grito, nos mira a todos uno a uno, muy despacio, y nos pregunta qué estamos esperando para empezar con Amorous. Ya sabes ese tema de Álamo. Bueno, Delaunay le hace una seña al técnico, salimos todos lo mejor posible, y Johnny se abre de piernas, se planta como en bote que cabecea, y se larga a tocar de una manera que te juro no había oído jamás. Esto durante tres minutos, hasta que de golpe suelta un soplido capaz de arruinar la misma armonía celestial, y se va a un rincón dejándonos a todos en plena marcha, que acabáramos lo mejor que nos fuera posible...

esos tres minutos de Johnny

ese eterno alarido de Kurt Cobain...

Si Cortázar hubiera escuchado esa canción, tal vez hubiera pensado lo mismo que pronunció el líder de Nirvana cuando intentaron convencerlo de que vuelta al escenario a seguir tocando: "No creo que podamos superar la última canción".

Y quizás hubiéramos tenido un cuento más en esta historia.

 

Nota:

https://www.pagina12.com.ar/783860-30-anos-del-unplugged-de-nirvana-la-catastrofe-que-no-fue

sábado, 23 de noviembre de 2024

Sobre la noción de artefacto dentro del plano artístico

Me aparto un poco de la borrasca, mientras las intermitencias literarias quedan ancladas entre los conceptos de imbricación y desbrozamiento, donde a veces quedo enredado.

Dediqué un breve tiempo a la reciente autobiografía de Daniel Melero “Incierto y sinuoso”, tanto por la información musical como por los conceptos urdidos en su exploración hacia lo intangible, y sobre todo me interesó cuando manifestó la necesidad de crear “Catálogo Incierto”, un sello de bandas under que a fines de los años 80’ estaban ocupando toda una escena emergente.

Siempre me sentí atraído por la noción de artefacto dentro del plano artístico, así sea un libro cartonero, así sea un cassette, como los que hacía Reynols en sus inicios (a veces pienso que fueron los únicos que entendieron perfectamente lo que significaba la experimentación creativa de los sonidos, liberados estos del formato canción), mientras que los demás músicos fueron enciclopedistas (o simplemente respetaron el formato impuesto por los sellos y los medios de comunicación), la banda de Tomasín -el baterista y poeta que habla con palabras inventadas-, fugó hacia adelante en términos de ruptura con todo lo  preconcebido, fueron libres en el mejor de los sentidos.

El emprendimiento anárquico de Catálogo Incierto documentó de algún modo lo que se estaba gestando a fines de esa década en Buenos Aires, hay una definición del líder de los Encargados que dimensiona el sentido de lo creado:  

“precisamente la búsqueda de no ser un sello discográfico le otorga la fuerza que necesita: va a ser finalmente un sello cuando deje de existir. Cuando haya ediciones limitadísimas y míticas, cuando se sepa de la existencia de ciertos discos aunque nadie los tenga”.

Catálogo Incierto se fue gestando con la venta de cassettes a través de afiches o panfletos, especialmente en los recitales, para Melero, una tirada de 20 cassettes ya equivalía a una edición. Estamos hablando de objetos únicos, irrepetibles.

En esa suerte de logia heterogénea, a decir del cantante, no solo se produce música sino que se generan trabajos actuados, sonidos sampleados para un ballet, obras de teatro, el espectro se complejiza.

Una escena recrea la comprensión del proyecto, ocurre cuando Daniel Melero le dice a Fidel Nadal, cantante de Todos tus muertos, que ese cassette que acababan de mezclar estaba destinado a ser un objeto histórico del rock.

Yo creo que el tiempo le dio la razón.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Lo que cabe en un devenir

no hay espinas sin rosas” sostiene un dicho popular, yo me distraigo en el envoltorio de un florero con papel de diario, sobre una mesa de plástico pintada de amarillo.

Es esta una tarde sin memoria, esperando que los loros pueblen las palmeras.

Las bahías caben en un devenir, cuyo ancho plano tiene la edad de una sentencia, hora tardía en que las casas resplandecen, lánguidas bajo las cúpulas brillantes, abandonadas de hortensias.

Vuelvo por una hilera de josefinas, recojo de la calle un banco de madera desvencijado, lo pongo en mi jardín para que sostenga una maceta, donde florecieron hace poco las orquídeas de los pobres.

viernes, 8 de noviembre de 2024

Encontrar

Hay que ir al barro, a la primera relación posible, a lo ungido, es preciso conocer los alambrados y el horizonte, dejar la barca de las conjeturas, donde aún mora un perro verde.

concebir el contorno de lo disuelto, encontrar la sombra que todo lo habita.

domingo, 3 de noviembre de 2024

Sobre el registro del cierre

Hace unos años, Martín Kohan mencionaba en una discusión literaria algunas cuestiones que tenían que ver con la diferencia entre forma y contenido, hablaba de “un contenido que inhibiera la forma paródica, que inhibiera el registro irónico, lo que supuso una búsqueda nueva para mi escritura, yo había explorado muchas cosas sobre la base de la fragmentación y el corte, insistí sobre el efecto del cierre en el corte, no solo sobre la brevedad del fragmento sino poblar una novela de cierres, no solo el cierre de capítulos sino al fragmentar poder trabajar sobre el registro del cierre y el énfasis que el cierre tiene, que un texto estuviera casi saturado de cierres, así que en el momento de tener que resolver la forma, la resolución formal, me propuse ver qué pasaba en la escritura con un texto que no tuviese ni siquiera el corte de los capítulos, eso suponía una novedad por que no sabía pasar de un tema a otro”

Pensé el tema de la fragmentación en el poema, y recordé el libro de Oliverio Girondo, en la masmédula, por todo lo que significó la exploración de nuevas construcciones expresivas y la experimentación con el lenguaje, con rupturas semánticas que habilitaban nuevos sesgos, nuevas irrupciones.
El concepto me interesa para entender el cierre o abandono del poema, similar a los finales abiertos de algunos intentos cinematográficos, cuando ya no queda nada que agregar. Hay algo que en el poema queda afuera de esa lógica, y es el énfasis ubicado en una instancia que considere recurrentemente necesario instalar la noción del cierre, con escamas propias de un postulado, o como arrojan los últimos versos de un poema de Oliverio, en donde el cierre produce un quiebre que a la vez clama por un sentido:

entre epitelios de alba o resacas insomnes de soledad en creciente
antes que se dilate la pupila del cero
mientras lo endoinefable encandece los labios de subvoces que
brotan del intrafondo eufónico
con un pezgrifo arco iris en la mínima plaza de la frente
hay que buscarlo
al poema