domingo, 25 de mayo de 2025

El arenero donde discurre lo irresuelto del poema

Acaso dispersión, un arenero donde se mezclan las paradojas irresueltas con anclajes apenas habitados por los preceptos literarios. 

Una línea correcta, con sujeto y predicado, un verbo que arrastra nubes, algunos adjetivos innecesarios, un melancólico atardecer. 

Y es que a veces todo se reduce a ese único ejercicio.

domingo, 18 de mayo de 2025

El tiempo de las hojas ausentes

¿Cuándo ocurrió? 

el fresno de la cuadra ya no es amarillo 

apenas una brisa en el murmuro débil de una corteza 

los años que se pierden en un conjuro.


sábado, 10 de mayo de 2025

El jardín del jardín

Desde aquí se puede ver el jardín (jardín del jardín), al jardín y al hombre que se escribe con los años, años del hombre dedicados a escribirle a un jardín, ocupados en parecérsele, terminan por ser años, por ser pausas de jardín. A estas horas de la mañana en que hombre y jardín lentamente se reciben de intemperie, las noticias se espacían, entre los canteros se lee una ausencia, la huella de cartas que no llegan, de cartas que nadie manda.

De “Diario de Eleusis”, Arnaldo Calveyra

 

En este último tiempo, en donde no encuentro espacios para las ideas, leer esto me parece algo nuevo, como si el poeta dialogara con lo que va siendo creado, y a su vez, lo creado cobra otra entidad, se aleja lo suficiente para formar parte del poema. Es como si todo ese ejercicio fuera concebido para saber por qué (y en qué momento) nace el poema. El modo en cómo el autor lo resuelve es alentador, despoja la paradoja, segundos antes de la pregunta que probablemente hagamos cuando el jardín se ponga en movimiento.

sábado, 3 de mayo de 2025

El curso lírico del poema

Esta esquiva particularidad de los versos que se van desplazando hacia una nada cubierta de nubarrones, la correspondencia de algún tipo de ejecución, que hizo del barroquismo un axioma desprovisto de cualquier mecanismo o tránsito asociado con lo empírico, ese perder en algún momento el curso lírico donde discurren las aguas tormentosas del poema, la orilla impávida que ahora contemplo, rodeada de casuarinas, la memoria que se escurre a través de un hilo de agua.