Una vasija que se rompe, en el tiempo que no, con su eco y su distancia, rodeado de helechos bajo la luna. Una pregunta que nunca estuvo en el poema, los páramos sin frecuentar en esa concepción del horizonte poblado de pájaros, donde cruzan las ideas esperando dejarlas en alguna orilla, acaso una periferia, o el contorno que supone la interrelación y el fondo.
Ahora pienso en algo que dijo
Borges: “el hecho estético es la inminencia de una revelación que no se produce”,
de alguna manera prefigura el entendimiento de que la poesía puede nacer de
algo ya concebido poéticamente, pero que se disipa cuando pretendemos apresar
eso que ocurre, como el pavo real segundos después de perderse en la espesura.
En
este momento creo que acaso la mejor posibilidad de escritura que puedo anhelar
sea restar y no sumar, porque al fin de cuentas, la inminencia de ese plano
creativo, sucede en un espacio y un tiempo en donde las palabras solo alcanzan
para darnos cuenta que estamos perdidos.
Para
leer en algún momento: Jorge Luis Borges-Roberto Alifano: La Poesía https://borgestodoelanio.blogspot.com/2019/02/jorge-luis-borges-roberto-alifano-la.html
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