En estos días las nubes tienen formas extrañas, el aire parece brillar, hay palabras que se pierden en un estanque de agua quieta, otras apenas caben en toldos de lonas azules.
Yo mido el largo y el ancho de una pileta donde pasaré el verano nadando. Mido el largo y el ancho de la pileta para saber si voy a poder nadar.
El poema tiene entonces una correspondencia
invisible, sale de una huerta sin tomates ni verduras, pero lleno de tallos y
raíces, lejos del arroyo donde pasearé algo atribulado mi serena desazón.
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