“los bosques están llenos de intérpretes ansiosos”, Clifford Geertz.
He aquí una
correlación, a la hora en que temo darme cuenta de lo no alcanzado.
El lejano momento de algo que estalla, donde cuelgan faroles que se inclinan en el vaho de una remembranza.
Acaso un arrebato de iridiscentes discrepancias, cuyo anhelado plano plantea una paradoja: la necesidad de interpretar cada fragmento, para colmarlo de significado.
Y es difícil entender aquello que existe en
otro tiempo y espacio, por más que tomemos de la misma copa, con el mismo vino,
a la hora señalada en el poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario