sábado, 2 de diciembre de 2023

El problema de la vasija

Hay momentos en que uno pone un ladrillo arriba de otro, sin pegarlos con cemento. Esa perplejidad establece una razón, para conjeturar sobre las posibilidades que las acciones generan, cuando se busca encontrar un sentido al paso del tiempo.

Un limonero callado forma parte del día, todo lo nuevo serpentea con palabras que se vierten en los cántaros del lenguaje.

En un rincón del jardín hay una vasija sin nombre, quisiera nombrarla en el poema, pero lleva tiempo, tiempo del alfarero, del quejido de mimbre que se pierde en el pasillo, del dirimir en qué momento lo cóncavo es convexo, o al revés, del problema de la curvatura en la forma y el fondo, acaso del barro seco en las manos inmóviles.

La vida se olvida mientras algo me distrae, creo que fue una cortadora de césped, o tal vez unas azaleas muy hermosas, de esas que juntan sombras debajo de los árboles.

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