Si todo fuera pasar una escoba para limpiar las calles todos los días, en el mismo lugar, a la misma hora…
si todo fuera dejar una simple calle limpia, sin que nadie que, sin que nadie nada.
en la autopista, cuando voy para el trabajo,
ya no miro por el espejo retrovisor
ni me inquietan los pájaros negros posados sobre los puentes rojos.
y entonces (no) me doy cuenta, que si a mi
auto lo estuviera viendo desde un lugar muy alto
sería la pequeña escama de una serpiente sin enroscar, sin volverse contra sí misma.
y si en verdad todo eso ocurriese, no nos
daríamos cuenta en qué momento la serpiente se vuelve contra sí misma, cerrando
el círculo de una inmensa bóveda, donde todo se desplaza -tesitura de la impermanencia-
sin que nada sepamos.
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