Una línea finísima, que se prolonga hasta un
banco de niebla, titilando como una nebulosa
playas blancas que parecen brillar en el pasillo, la puerta abierta siempre lejana.
así fue morir en aquel sueño, la vida improbable, los manzanos muy rojos.
Una hilera de caracoles resplandece bajo el
crepúsculo.
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