jueves, 2 de agosto de 2012

Stroszek...

En 1977 un film de Werner Herzog titulado Stroszek ofrecería, en una sola escena, una dura metáfora sobre la deshumanización de la raza humana, al director le bastó utilizar animales enjaulados para expresar esta dicotomía.

Esta es la crítica de entonces, rescato una parte del texto:

Herzog es siempre impredecible, no hay forma de saber adónde nos lleva.  Sin embargo, dosifica in crescendo con tal habilidad la carga dramática que logra hacernos partícipes de los sueños, las desilusiones de sus personajes, su desolación, su desesperación y sus miserias. La escena final es probablemente una de las mejores secuencias rodadas por el alemán y resume el sentido total de la película: animales bailando enjaulados bajo neones (cual atracción de feria) tras un cristal repitiendo, ajenos a su naturaleza, una y otra vez la misma acción mecánica. Tremenda metáfora de la deshumanización y la mezquindad: Eva vuelve a vender su cuerpo, Clemens a los supermercados y Stroszek, invadido por la cotidiana e intranquila normalidad que le ofrece el nuevo mundo al otro lado del océano, decide acabar con su vida en un telesilla…

Luego ocurrió que un tal Ian Curtis, cantante de Joy División, después de ver esta película se terminaría ahorcando en la cocina de su apartamento, a los 24 años, y a días de salir para una gira por EEUU.

Me pregunto porqué ciertos corazones comprenden demasiado pronto estas disquisiciones existenciales, y si conviene revisar cuánto nos resignamos, día a día, a no darnos cuenta de lo mezquinos y deshumanizados que estamos. Ahora mismo aparece Stroszek,  diciendo algo simple pero que no admite interpelación alguna, es el pensamiento de un hombre sin vínculos de pertenencia con el contexto que lo habita:

Aquí ves un modelo esquemático que he hecho...de cómo se ve a Bruno por dentro. Están cerrando todas las puertas sobre el, y oh, tan educadamente.
Ahora estamos en América...y pensaba que todo iría mejor y alcanzaríamos nuestra meta. Pero no, a Bruno se le está dejando de lado como si no existiera, actúas como si no me conocieras de nada.

- nadie te da patadas
No, no físicamente. Aquí lo hacen espiritualmente...

El mundo no está preparado para estas almas.

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