Dice el pintor MarxRothko “Pobre el hombre que hoy debe crear en el interior de un
mundo que no tiene siquiera una bolsa de silencio”.
Ese silencio
mientras ocurre lo creado, producto del cuestionamiento hacia la construcción
que se ha urdido. Tensar los límites de la estructura para indagar una
suerte de segunda naturaleza de lo subsumido en el poema. Ya Baudelaire
pregonaba la necesaria importancia del aspecto analítico del poeta sobre la
consecuencia de su poesía. Un ejercicio poderoso, que necesita silencio,
un silencio que a veces hay que producir.
Se trata de pasar
un tiempo con un problema, el problema que involuntariamente puede plantear una
escritura, allí también se trata de una decisión. Entonces se abren algunos
caminos, tal vez paralelos.
A veces suelen
ocurrir poemas verticales, luego las correcciones lo tornan arborescente. Las
multiplicidades expanden sus esquirlas, de esos colgajos de palabras surgen
fulgores, cuyas dilucilaciones resultan atrapadas en bosquejos de ensayos que
intentan, vanamente, "explicar" lo acontecido.
Desbrozar las
imbricaciones de un problema...una tarea cuya obliteración genera un espacio de
tensión que es preciso resolver.
Brillante.
ResponderEliminarMuchas gracias estimado.
ResponderEliminarSaludos.