Una vez escuché que alguien decía "y si no te veo feliz
navidad", a lo cual recibió como respuesta ¿y si me ves que?
parece una frase hecha pero está cargada de una connotación imposible de medir,
donde el tiempo agrega sus variables grises, una frase simple
que transmite muchas cosas y a la vez ninguna, y viene siendo pronunciada
desde el fondo de los tiempos.
Suelo pensar en el tiempo últimamente, buscando encontrarme en estas fechas, y lo que ocurre es una extraña algarabía que tiene como anclaje un sentido de pertenencia, donde "somos" la mesa que se comparte, aunque seamos diferentes y recorramos nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Hay quienes viven un "silencioso desaliento" que muta en incandescente compasión hasta que el año nuevo llega y todo vuelve a su cauce normal.
Creo necesario
proseguir, ese recorrido del agua entre las piedras, ese vaso de vino que se medita, ese fuego, esa canción, ese
viento de los años...
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