La hoja en blanco, infinito
espacio donde cabe toda intervención criptográfica, para luego inmovilizar con
palabras un artefacto cuya construcción será motivo de permanentes
cuestionamientos, buscando en ellos el sentido de toda perspectiva, y eso,
perspectiva, es lo que necesita todo artefacto, la perspectiva que es recogida
por el crítico, buscando representar bajo un sentido icónico el alcance de la
obra desde un único punto de vista, la perspectiva que atraviesa el plano desde
la propia estructura, y no puede haber estructura sin contenido. En todo este
asunto lo que me inquieta es el plano ¿pensamos en el plano a medida que surgen
los conceptos? ¿Es el plano un recinto donde van ingresando los conceptos? ¿Y
que es entonces la perspectiva dentro del plano? ¿Acaso su arquitectura, su
sentido estético?
A veces pienso que toda obra se sustenta bajo un carácter dinámico, donde en forma sincrónica van estructurándose las imágenes y las ideas, y ese permanente movimiento le otorga organicidad al poema, extraña envoltura sin contexto donde la realidad apenas se entrecruza en algún párrafo o pensamiento.
Apenas puedo ver por dentro lo que ahora no es posible dilucidar.
A veces pienso que toda obra se sustenta bajo un carácter dinámico, donde en forma sincrónica van estructurándose las imágenes y las ideas, y ese permanente movimiento le otorga organicidad al poema, extraña envoltura sin contexto donde la realidad apenas se entrecruza en algún párrafo o pensamiento.
Apenas puedo ver por dentro lo que ahora no es posible dilucidar.
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