sábado, 5 de septiembre de 2015

De lo vertical a lo horizontal


Buscar reconstruir aparejos entre pedazos de silencios, cuando todo lo que tengo es un tiempo que se deshace mientras hago de cuenta que tomo decisiones. La posibilidad de un texto horizontal, elaborado luego de bosquejar poemas verticales donde la luminosidad quedaba entrecortada (allí donde asoma una variable mutilada por el propio esquema del verso), y en ese problema sin resolver encontraba en los márgenes un entendimiento que completaba el campo semántico del artefacto literario, acaso una contradictoria manera de otorgar sentido a la escritura.

En aquel bosquejo de anotaciones, cuando todo lo que pretendía era una construcción, tomaba como recurso habitar momentáneamente un espacio cuyo silencio estaba cubierto de violetas, un territorio imaginario donde poder desechar partes del poema, es entonces que con ciertos textos optaba por hundirme en esa figura abstracta, entendiendo que por esa grieta podía redimir mi sentido arborescente, desmalezando el predicado de múltiples adjetivos para poder justicar la verticalidad del poema.

Y tal vez allí estaba el error, o lo que se supone debía ser apartado, mientras los versos se desbrozaban, deshilándose, en hebras desprendidas bajo un viento que nunca existió.

Lo inalcanzable del poema.

El mecanismo de las palabras que nada tienen que ver con lo que representan, un aire pesado de libros viejos que pronto atomiza el único techo que opaca mi rutina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario