sábado, 26 de octubre de 2024

El poema que no en la lluvia que tampoco

Una vez, esperé en vano desbrozar una conjetura, sin enmarcar los conceptos bajo el esquema de un ejercicio lírico, al final de la noche quedaron muchas cosas por preguntar.

Se trataba del inicio de un poema, un territorio difuso, con bruma, cercado por el desaliento.

En ese territorio imbriqué unos crespones borravinos sostenidos en el crepúsculo, que parecían no pertenecer al cielo que estaba describiendo, como prolegómeno de una tempestad.

El mar detuvo su movimiento, el tiempo dejó de aproximarse.


sábado, 19 de octubre de 2024

En un día como hoy


Hay versos que quedan estancados en orillas impares, concatenaciones apenas separadas por una coma, 

en ese arco sin edad, el tiempo es un paréntesis que no justifica la sequedad del poema, allí puede caber una hilera de álamos que desprenden su otoño en primavera, una ventana que alguien cierra, un pórtico de madera con marcas de sal, pero es probable que ninguna de esas imágenes encuentre un correlato, como también es cierto, al final del día, que nada de todo eso ofrecerá un amparo.

Acaso un poema sin concluir en un día como hoy.


jueves, 10 de octubre de 2024

La construcción arbórea


Encrespado en el devenir de una construcción arbórea, acaso fractal, de una imagen incrustada en la forma (no el fondo) con la cual extiendo hasta un banco de niebla las posibilidades del recurso.

Apenas una conversación de silencios que se prolongan, indefinidamente, en una espiral dibujada por un niño en los pliegos de su infancia, un modo de hallar en el esquema, el verdecer de la brisa que los versos desprenden,

que sea ese el sentido más puro de lo que se pretende crear,

el viento que sale del poema.


viernes, 4 de octubre de 2024

El colibrí

Hace años que un colibrí tiene sus crías en el jardín de mi casa, en un nido cubierto por la enredadera, un alba que acontece, como si algo nuevo empezara.

Hoy volvió después de un círculo de 12 meses, es realmente una aventura ese ciclo que se completa, sin que nunca termine, sin saber dónde empieza

y cuando todo parece mucho, me quedo mirando ese revoloteo incesante, deseando que nunca se vaya, esperando que siempre vuelva.