sábado, 12 de junio de 2010

Sobre las escrituras simultáneas

Hace algunos meses, leí un pequeño artículo sobre diversos proyectos de un escritor llamado Pablo Ramos, en una primera lectura no pude absorber la posibilidad de tantas escrituras simultáneas, luego pensé que sería interesante abarcar dicha producción desde donde el escritor elige avanzar, y me llegué a preguntar, si dispusiese de otros tiempos, dónde enfocaría mis entuertos literarios.

Ahora bien, en este caso concreto, o se avanza desde lo que se planifica o se avanza desde el llamado de la obra en tanto creación genuina (donde no es precisamente el escritor el que elige escribir). Cuesta creer esto último cuando lo que se tiene entre manos son géneros dispares.

No todos tienen esa facilidad. Para escribir poesía no puedo concebir abarcar otras cosas, necesito abstracción, o tal vez deba decir que la abstracción se impone por sí misma, paulatinamente modifica el contexto hasta absorber lo que se encuentra fuera de la periferia. Mucho antes de todo eso el poema ya estaba siendo creado. Se ingresa como en un túnel, los lobos muerden la conciencia, afuera no hay nada, y a la vez, una totalidad le otorga presunciones al poema, lo esquematiza (extraña paradoja), finalmente lo deja librado a su suerte.

Me sorprenden estos casos, busco el método pero los procesos creativos imponen sus coordenadas, porque cuando se está dentro de un sistema pareciera que un rasgo de mutilación de la escritura se apropia del escritor, como el músico que poda sus versos para que los sonidos no queden desmembrados de la palabra, asimismo cumplir con tiempos impuestos por editoriales atentaría contra ese estado de belleza en transición, el cuerpo pasa a ser una máquina que ya conoce los mecanismos, los vericuetos, y las salidas tal vez armoniosas, y lo que se gesta sale al mercado (horrenda palabra) bajo el esquema de una producción (tal vez no sea así, en todo caso haya que corroborarlo inútilmente).

Aun así, tal vez resulte posible, desde un sobrevuelo, descubrir en la simultaneidad las pequeñas fragmentaciones del conjunto, una especie de limbo donde no se sabe bien dónde terminan las cosas.

Los lectores, mientras tanto, esperan ingresar al inmenso jardín.


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