viernes, 8 de junio de 2012

El nombre (segunda parte)

La vez pasada, un amigo me escribió con motivo de esta columna, tenía que ver con el nombre, aquello que con su firma rubrica el creador algo más que su obra, por alguna razón el asunto sigue dando vueltas, no se porqué el nombre de algún modo vulnera lo que uno es, tal vez porque se puede asociar con determinadas circunstancias del artista en algún momento de su vida, en que ya deja de ser el escritor, el músico, el pintor, para pasar a ser algo así como una entidad pública, un adjetivo o representación simbólica de algo que lo excede.
Yo sigo usando un pasamontañas cada vez que abro este blog, llegué a creer que de algún modo esa elección permite cierta libertad para crear, pero a la vez uno, la persona que uno es y que construye desde su lugar en el mundo, no termina de salir nunca al ruedo, es una sombra y quizás una idea, asociada a un conjunto de supuestos y de sospechas, de algún modo el nombre es la firma simbólica de aquello que construimos subjetivamente, permite asociar conceptos, relacionar estéticas con razonamientos y vaya a saberse que otra cosa, en algún momento creemos (y seguramente así sea) que lo único que tenemos y no pueden quitarnos, es el nombre, donde perpetuamos un todo que apenas es nada, incluso me ha pasado a veces, con los poetas que leo, intentar recrear la mirada del escritor en el momento en que escribió su poema, y a veces pienso que detrás del pasaje de una obra solo hay un hombre común, del que poco se sabe, porque vive su vida horizontal, y porque decide ser invisible, y eso tal vez sea un don. Ese escritor probablemente apenas comprenda lo que hace, y quizás tenga por única ilusión terminar el día de un modo apacible.

Hacemos asociaciones del nombre, y parecería que en el mismo momento ese nombre pierde toda sustancia, pasa a representar algo exiguo, desasociando la obra que lo acompaña, y hasta sea posible que la obra misma termine consustanciada con otro significado producto de haber poblado al nombre de arquetipos comunes y símbolos ligeros.

Esto va más allá de mi entendimiento.

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