sábado, 16 de marzo de 2013

Canto Nupcial

"La poesía pareciera implicar el fracaso: la celebración de un estado fallido de las cosas"
John Ashbery

Leer a Susana Thénon es como leer a Oliverio, y no hace falta decir que Oliverio.
Ha resultado una voz original para la poesía, dicen las crónicas literarias que fue contemporánea de Juana Bignozzi y Alejandra Pizarnik, y acaso deban trazarse puntos en común con las construcciones de ambas escrituras.
En sus poemas se nota un trabajo con las palabras, y con el lenguaje, donde pone en evidencia la carencia y la inutilidad del mismo. Desarma artefactos que logran exponer la desarticulación de lo aparente.

Decía en unos versos:

Me niego a ser poseída
por palabras, por jaulas,
por geometrías abyectas.
Me niego a ser
encasillada,
rota,
absorbida.
 

Basta leerla para darnos cuenta de esta evidencia...

Cuesta apoyarse en una estructura mientras se lee lo que escribe, y en esa imposibilidad de encontrar reglas radica el sentido de su encanto, su misterio.
Tal vez este poema sirva de ejemplo para simplificar esto que intento no decir...

me he casado
me he casado conmigo
me he dado el sí
un sí que tardó años en llegar
años de sufrimientos indecibles
de llorar con la lluvia
de encerrarme en la pieza
porque yo -el gran amor de me existencia-
no me llamaba
no me escribía
no me visitaba
y a veces
cuando juntaba yo el coraje de llamarme
para decirme: hola ¿estoy bien?
yo me hacía negar
llegué incluso a escribirme en una lista de clavos
a los que no quería conectarme
porque daban la lata
porque me perseguían
porque me acorralaban
porque me reventaban
al final ni disimulaba yo
cuando yo me requería
me daba a entender
finamente
que me tenía podrida
y una vez dejé de llamarme
y dejé de llamarme
y pasó tanto tiempo que me extrañé
entonces dije
¿cuánto hace que no me llamo?
añares
debe de hacer añares
y me llamé y atendí yo y no podía creerlo
porque aunque parezca mentira
no había cicatrizado
solo me había ido en sangre
entonces me dije: hola ¿soy yo?
soy yo, me dije, y añadí:
hace muchísimo que no sabemos nada
yo de mí ni mí de yo
¿quiero venir a casa?
sí, dije yo
y volvimos a encontrarnos
con paz
yo me sentía bien junto conmigo
igual que yo
que me sentía bien junto conmigo
y así
de un día para el otro
me casé y me casé
y estoy junto
y ni la muerte puede separarme.

4 comentarios:

  1. Es realmente hermoso como escribe, y mas hermoso aun que me la hayas presentado, porque no conocia a esta poetiza. Muchas gracias. Y que bueno seria que todos nos casemos con nosotros mismos primero, antes de querer casarnos con alguien mas.

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  2. el poema es un modo muy sutil de encontrarnos a solas con ese yo, en verdad agradecido del comentario.

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  3. hoy encontré en la biblioteca donde trabajo, los dos tomos de La morada imposible. Leyes de atraccion funcionando. Saludos.

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  4. Que bueno disfrutar de un buen libro, esa gracia nunca debería ser vedada, me doy por hecho haber provocado ese encuentro.
    Saludos.

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