Demasiada lluvia en el cielo con nubarrones “las nubes están
llenas de murciélagos” dice mi hijo mientros intento ver, entre los charcos
negruscos, vestigios de una infancia sin barro en los pies. Huyo hacia los
páramos, hacia las conjeturas del poema, en un sesgo vuelan pájaros, las
estructuras están lejos de tornarse complejas, un sutil barroquismo baña las
costas de mis encrucijadas literarias, me veo irrumpiendo en el salón de los
espejos diciendo en voz alta que ya no puedo sostener esta mentira, y la
mentira, o lo que se entiende como tal, es un límite que ya no puedo atravesar
con el discernimiento de la creación, todo es fuga, todo es intentar atrapar
algo que se torna niebla, conversaciones estentóreas en un bar lleno de humo,
una vida paralela donde las rutinas forman bloques de sentidos que día a día
resultan profanados, ya no puedo ir más allá del entendimiento, y yo que me
creí en el vasto mundo de las inquietudes literarias, y todavía en la vida!
Segunda parte del vaso sin terminar, una luz amarilla me
devuelve la imagen del adolescente ataviado por el destino, el que ahora dice
que la frase “casas sin terminar” debería ser parte de un poema, porque
es algo que no he dejado de ver entre las calles del barrio de la infancia,
porque ahora todo de algún modo quedó detenido. Sigue lloviendo, los charcos se
multiplican, cada tanto un resplandor anaranjado atraviesa los alambres de púas
cubiertos de violetas, como las flores que se trepan a los costados de los
trenes, los capullos semejan la imagen de un plano quieto. A veces, infinitas
vidas transcurren en un rectángulo que no se sabe si es vertical u horizontal,
y cuyo único consuelo es cuidar la enredadera de un jardín atemporal. Sin embargo algo que se
parece al amor me atraviesa, rodeado de azaleas y no me olvides, donde el
tiempo se apiada, sé que todo pasa, giro rápido la cabeza, el ruido sordo me
cubre los oídos, ahora me acuerdo que siendo niño buscaba con una linterna ver
la vida nocturna de los insectos en la huerta, luego tomaba anotaciones y la
vida proseguía.
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