sábado, 22 de julio de 2023

El sonido de algo como si fuera una niebla

Intento una apropiación fragmentaria de un enunciado incompleto, el interés por la deformidad del yo, tomar en un plano esas dos palabras, para experimentar en la primera persona del singular, un modo de subrayar lo incompleto del devenir, en esa sombra que se desarticula en el mismo momento que se pronuncia, y se extiende, hasta límites acaso inaprensibles.

En el medio de esa alegoría, incluí la palabra jacinto pero sin que sea una flor en el poema, sin ningún tipo de color ni textura, solo el sonido de algo que cubre el texto como si fuera una niebla suspendida en el agua, y luego enumeré un conjunto de frases en donde el objeto a pulir solo aparezca en el título, porque la obra impar, cuando se desguaza por dentro, se puebla de razones que no merecen ser aplicadas en el texto bajo un concepto enciclopédico. 

Estas iridiscencias, desconectadas de su centro, surgieron de una lectura de poesía en un colectivo, a cierta hora de un oscuro atardecer, sobre un tal Frank O' Hara, poeta contemporáneo de los beatniks que ocupó un lugar en la bohemia neoyorquina, aquí el poema: 

Por qué no soy pintor

No soy pintor, soy un poeta.

¿Por qué? Creo que preferiría

ser pintor, pero no lo soy. Pues bien,

por ejemplo, Mike Goldberg

está empezando una pintura. Y cuando llego

me dice: "Toma asiento y bebe un trago".

lo bebo; bebemos. Levanto la mirada.

"Le has puesto SARDINAS".

"Sí, necesitaba algo ahí".

"Oh". Me voy y los días se van

y yo regreso otra vez. La pintura

avanza, y yo avanzo y los días

avanzan. Y yo vuelvo. La pintura

está terminada. "¿Dónde están las SARDINAS?"

Lo único que queda

son letras. "Era demasiado" dice Mike.

 

¿Pero yo? Un día estoy pensando

en un color: naranja. Escribo una línea

acerca del naranja. Muy pronto se convierte

en un montón de páginas, no líneas.

Luego otra página. Debería haber

mucho más, no sobre el naranja, de

palabras, de cuán terrible es el naranja

y la vida. Los días pasan. Está

en prosa inclusive, soy un verdadero poeta. Mi poema

está concluido y no he mencionado

al naranja todavía. Son doce poemas, lo

llamo "NARANJAS". Y una mañana en una galería

veo la pintura de Mike llamada "SARDINAS".

 

Fuente: Revista "Las ranas. Arte, Ensayo y Traducción". Año II, Nº 2, abril de 2006.

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