sábado, 15 de junio de 2024

Mientras trenzo un cesto con espigas doradas

Parece que hago cestos con espigas doradas, de esos que semejan ser canastos del universo, donde se juntan verdades sin rostros, vacío de los nenúfares que atraviesan las redes bajo la cósmica bóveda de la infancia, sin poder nombrar un médano, sin saber callar tu nombre.

A estas horas, siempre hay una ventana que se cierra, y puedo ver entonces, libre de mi sombra, la tibieza de un mueble con sus repisas llenas de platos, y un pez de cerámica sobre el umbral de la puerta. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario