Que cosa extraña, ya pasó más de un año de
estar escribiendo con intermitencias en este blog, me lleva a pensar como
cuesta percibir el paso del tiempo, ciertos aniversarios inquietan, los bollitos
de papel se acumulan hasta formar barrancos de conjeturas, los relojes parecen
despojarse del sentido práctico y mecánico de medir añoranzas, donde adquieren un
tono solemne al dar la última vuelta del día. En esto se cuelan escrituras,
divagaciones, aproximaciones, lejanías, probablemente un encuentro con la
palabra.
Pero resulta que suele llover de vez en
cuando, y no puedo evitar acordarme de un capítulo de Rayuela, sobre un
paraguas que Oliveira no se animó a arrojar al vacío, porque vi en ese acto y
en ese enmudecimiento un signo de estas tribulaciones.
He aquí el texto:
Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra. Justamente un paraguas, Maga, te acordarías quizá de aquel paraguas viejo que sacrificamos en un barranco del Parc Montsouris, un atardecer helado de marzo. Lo tiramos porque lo habías encontrado en la Place de la Concorde, ya un poco roto, y lo usaste muchísimo, sobre todo para meterlo en las costillas de la gente en el metro y en los autobuses, siempre torpe y distraída y pensando en pájaros pinto o en un dibujito que hacían dos moscas en el techo del coche, y aquella tarde cayó un chaparrón y vos quisiste abrir orgullosa tu paraguas cuando entrábamos en el parque, y en tu mano se armó una catástrofe de relámpagos y nubes negras, jirones de tela destrozada cayendo entre destellos de varillas desencajadas, y nos reíamos como locos mientras nos empapábamos, pensando que un paraguas encontrado en una plaza debía morir dignamente en un parque, no podía entrar en el ciclo innoble del tacho de basura o del cordón de la vereda; entonces yo lo arrollé lo mejor posible, lo llevamos hasta lo alto del parque, cerca del puentecito sobre el ferrocarril, y desde allá lo tiré con todas mis fuerzas al fondo de la barranca de césped mojado mientras vos proferías un grito donde vagamente creí reconocer una imprecación de walkiria. Y en el fondo del barranco se hundió como un barco que sucumbe al agua verde, al agua verde y procelosa, a la mer qui est plus félonesse en été qu'en hiver, a la ola pérfida, Maga, según enumeraciones que detallamos largo rato, enamorados de Joinville y del parque, abrazados y semejantes a árboles mojados o a actores de cine de alguna pésima película húngara. Y quedó entre el pasto, mínimo y negro, como un insecto pisoteado. Y no se movió, ninguno de sus resortes se estiraba como antes. Terminado. Se acabó. Oh Maga, y no estábamos contentos…
Más de un año ya, cierto...
ResponderEliminarPor otra parte me pregunto por qué todavía no me leí Rayuela, mmmmm... últimamente encuentro fragmentos en todas partes por donde me muevo, en el facebook, en los chats, en otros blogs, y de a pedazos me ha ido enamorando el texto, porque este Cortazar... ah, qué modo de escribir que tiene Cortázar! para más, en alguna confusión alguien parece haberle agregado a uno de sus capítulos un poema que no le corresponde en autoría, pero que a mi gusto tampoco deja qué desear en cuanto a belleza y construcción se refiere. Luego se lo dejo; si no me puede ayudar a desentrañar el misterio de su procedencia, quién quita y por lo menos lo disfruta.
En fin, viendo fechas resulta que el 19 de agosto me acerco con una botella de vino y descorchamos celebraciones de palabras, si Ud. me lo permite mi estimado.
Un abrazo emparaguado... (sí, de vez en cuando llueve... puf!)
Estimada
ResponderEliminarbienvenidos sean los poemas y los misterios, por otra parte creo que ese paraguas de Rayuela es un poco el destino de este blog (y aquí no puede haber razones ni modos de explicarlo).
Que bueno saber de celebraciones, y más aún cuando la cita es con la palabra, por si acaso reservo gustoso una copa.
Como siempre gracias por esta suerte de encuentro.
"y de golpe, sin saber cómo, se había oído hablándole a Talita como si fuera la Maga, sabiendo que no era pero hablándole de la rayuela, del miedo en el pasillo, del agujero tentador. Entonces (y Talita estaba ahí, a cuatro metros, a sus ...espaldas, esperando) eso era como un fin, la apelación a la piedad ajena, el reingreso en la familia humana, la esponja cayendo con un chasquido repugnante en el centro del ring. Sentía como si se estuviera yendo de sí mismo, abandonándose para echarse -hijo (de puta) pródigo- en los brazos de la fácil reconciliación, y de ahí la vuelta todavía más fácil al mundo, a la vida posible, al tiempo de sus años, a la razón que guía las acciones de los argentinos buenos y del bicho humano en general. Estaba...
ResponderEliminar-Vos... -dijo Oliveira mirándola colérico, y se interrumpió para abrir la cerveza con un golpe de la mano contra el borde de una silla. Estaba viendo con tanta claridad un boulevard bajo la lluvia, pero en vez de ir llevando a alguien del brazo, hablándole con lástima, era a él que lo llevaban, compasivamente le habían dado el brazo y le hablaban para que estuviera contento, le tenían tanta lástima que era positivamente una delicia. El pasado se invertía, cambiaba de signo, al final iba a resultar que La Piedad no estaba liquidando...
Esa mujer jugadora de rayuela le tenía lástima, era tan claro que quemaba.
ResponderEliminarsangre en las venas
te digo y me decís
y nuestro pulso, cruel detractor de barbaries
que no conocimos, perpetuo carnaval que se nos
aparece junto a los ojos...
felina, la mujer-pez se acerca y me acaricia, me mima
con sus palabras escritas en un viento cambiante, que
acompañó la mutación del mar, el cambio de estaciones
sagrado...
y saber que cada vez falta menos, que nuestra época
todavía no ha comenzado, y que inventaremos historias
hermosas con finales tristes en alguna habitación
vacía, que nos tendrá como únicos habitantes
y treparemos a las paredes
y dejaré que me mates
para matarte luego yo
y quizás nos encontremos una noche de lluvia,
y contemplaremos, seremos los testigos de esto que no me ánimo a definir como historia, libro o mandala,
nuestra hermosa y maldita carcel kármica que supimos
conseguir...
no le hagás caso a mi voz...vos sos la
verdadera voz, la palabra, el designio...yo soy el dibujo, la imagen vista desde lejos, ese que se te
acercará, te devolverá tu corazón de cristal después
de tanto tiempo, y te abrazará, te besará y te
invitará a nadar contra la corriente a su lado para
siempre...
el milagro de los colores
tu pelo, mitad
hermosa cara para ser dibujada
voy a desterrarte infinitamente de tu cárcel,
vos no estás hecha para seguir formando parte de colecciones, de listas aleatorias y humanas...
somos culpables de la eternidad, Maga...la
palabra maldita te encierra, a mi también...vos sos la
Maga que me encontró, yo soy el Leandro que un Mayo te
quiso dibujar...
estamos rompiendo las leyes de la identidad
convencional, estamos destrozando las imaginarias
barreras de espacio y tiempo, nunca creimos en las distancias ni en los mares premonitores...aunque se
que aún existe un miedo...se que la entrega tendrá que ser absoluta, o no servirá para nada que hayamos engañado a los relojes...
perfecta musa para este pintor de muñecos desnudos
cuando nos veamos de nuevo detendremos los
relojes, y permaneceremos eternamente en ese primer
día, nuestro libro nunca dejará de comenzar, nos sorprenderá con las metáforas de las que formaremos parte...la penúltima canción continuará sonando...
vamos a enterrar a nuestros yo equívocos
quiero equivocarme de nuevas maneras a tu lado
poeta maldita,
dama asesina,
princesa vampira,
mujer, mujer-pez,
ojos de gata,
Maga,
mi error más hermoso
o mi hermosura más errónea...
preparemos las alas, mitad...
vas a ver que los peces pueden volar...
sé que lo sabés, Maga...se nota en tus naturalidades, en la forma de caminar, en la manera de alzar la vista irónicamente, la mayoría confunde ese gesto con ingenuidad, yo lo entiendo, yo soy la Maga, la no-Maga, la coraza, el cigarrillo en lugar de la metáfora, el deseo de dejar de existir, el deseo de empezar a existir...
-Che, te estás poniendo metafísico y viejo, L.-sonrió entre dientes, luego de decir por segunda vez esa oración, en apariencia inocente y hasta jocoso, pero sabiendo ( o sin saber) que era eso... que era verdad...
La Maga (lo había observado en los últimos días) tenía el puñal clavado de una manera mucho más visible de lo que había pensado en un principio...seguramente el calor que había comenzado, había dejado al descubierto las heridas...viendolo desde afuera no parecía tan grave, pero sabía -lo intuía en sus transformaciones a no-Maga- el dolor era gigante...perfecta representación de la palabra".
(Atribuido al cap. 54 de Rayuela)
Ah, mire che, me pesaría mucho si este blog corriera aquel mismo destino del paraguas... acá se sirve un café espeso, hay sustancia de sentido y de palabra. Pero bueno, por lo pronto me sigo soslayando en su lectura...
Estimada, lo suyo es realmente un café espeso, de esos que se comparten sin compañía, algo que en verdad disfruto porque el ida y vuelta es constante y a la vez repleto de varibles a la hora de esbozar conjeturas, ahora bien, me pregunto ¿no deberían los blogs de poesía ser arrojados como aquel paraguas de Rayuela? igualmente mucha agua correrá debajo del puente, y tal vez sea probable que todo esto se trate, en el fondo, de un personaje conceptual que intenta algo más que una bifurcación y que no lo logra.
ResponderEliminarVeremos en que se convierte todo esto.
un abrazo y gracias por estar siempre...
tengo rayuela...y en ningún capitulo tiene ese poema que postearon....quisiera saber de dónde lo sacaron??? (...)sangre en las venas
ResponderEliminarte digo y me decís
y nuestro pulso, cruel detractor de barbaries
que no conocimos, perpetuo carnaval que se nos
aparece junto a los ojos...(..)
se agrego en otras ediciones??? no lo creo...
es cierto estimado/a, en Rayuela, después que dice "Esa mujer jugadora de rayuela le tenía lástima, era tan claro que quemaba..." le sigue estas palabras:
ResponderEliminar-Podemos seguir hablando en el segundo piso -dijo ilustrativamente Talita-. Traé la botella, y me das un poco...
sin embargo en estos sitios se agregan los versos al texto referenciado:
http://www.ctv.es/USERS/borobar/la_maga.htm
http://la-princesa-palida.blogspot.com/2011/10/rayuela.html
http://elcalumet.blogspot.com/2009_07_01_archive.html
En estos otros por ejemplo directamente se dice que es un fragmento de Rayuela:
http://lugarescomunes-maru.blogspot.com/
http://es-es.facebook.com/media/set/comments/?set=a.254368754578424.82086.254363781245588
Distinto es en este blog, que lo muestra bajo la forma de un poema:
http://teatromagiconpc.blogspot.com/2011/02/la-maga.html
Esto me hace acordar a la famosa frase que nunca pronunció el quijote: “ladran Sancho, señal que cabalgamos” http://es.wikiquote.org/wiki/Citas_incorrectas
A modo de aporte, leí los poemas de “Papeles inesperados” de don Julio y no figuran esos versos, habrá que seguir buscando...
voy a poder dormir tranquila sabiendo que alguien mas tiene las mismas dudas, hace semanas que estoy rastreando el poema y lo presentia, me senti tan mal al agarrar mi libro y ver en el capitulo 54 y no estaba... y lo relei a todo, lo busque... y sufria por no entender. gracias..
ResponderEliminaren lo personal me gusta mucho investigar estos temas, así que para mi fue un placer bucear en esos textos, me alegra que haya sido útil.
ResponderEliminarUn abrazo.