Existe un caso emblemático, citado hasta el hartazgo por selectas minorías, hablo de la famosa “ladran Sancho…”
Basta recorrer el ancho espacio virtual para constatar que algunos sitios citan esa frase como perteneciente a Cervantes. Hay hasta quienes dicen que es la frase más significativa que ha pronunciado el Quijote.
El asunto ilustra la ausencia de verificación de la fuente al momento de simbolizar una representación o realizar un análisis, cierto es que existen herramientas para corroborar estos improperios, por causas variadas no suelen aplicarse, dejando la aseveración en un terreno sinuoso.
Esas prácticas, propias de bibliotecarios y hombres de letras, no encuentran eco en quienes suben contenidos en blogs de literatura.
Lo que ocurre es que alcanza con que alguno lo haya escrito y subido en la Web como para legitimizar su uso y aseverar su origen.
Me recuerda un texto medieval en donde el representante de un rey exige las tierras para su amo exhibiendo un dudoso título de propiedad:
“Lo que yo exijo es legítimo”
¿Por qué?
“Porque está escrito”
La ignorancia teje un terreno propio, que la desidia embadurna con fango.
sábado, 24 de julio de 2010
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ajá... esto es lo que le decía... no niego que pueda incurrir en el mismo error, pero esa es la lección por andar usando lo que no se conoce bien. El peor mal viene, a mi parecer, cuando entonces ante la duda de un interlocutor encima se voltea la cara a otro lado, se borra el comentario si es en un blog porque la soberbia no permite dejar entrever la propia falibilidad, o se ignora simplemente y se sigue extendiendo el desconocimiento de "la cosa"... la desidia para mí es peor que la ignorancia... y el orgullo intelectualoide... ah, bueno, ese es el mismísimo fango..
ResponderEliminar(muy bueno el ejemplo del texto medieval, mmmm...)
Coincido estimada, vaya a saberse porqué hay tan poca distancia entre la desidia y el orgullo intelectual, algo así como moverse por inercia mientras las cosas suceden en otra parte
ResponderEliminarah la vanidad...
el cinematográfico pecado favorito del diablo.
Abrazo sincero.
coincido,
ResponderEliminarpero el uso perspicaz y original de la cita falsa como epígrafe, en la poesía -por ejemplo- no es cosa 'maligna', en todo caso algo bizarra.
me gustó tu blog; llegué estudiando un poco esto del uso de las citas falsas en los epígrafes, jí (no me delates) y me quedé paseando un poco.
No hay problema Gabriela, esto queda "entre nosotros"
ResponderEliminarTe agradezco el comentario.
Saludos