Como diría la cinematográfica Orlando, ah! La poesía...
Tal como lo señaló Rodolfo Alonso, en sus comienzos Ungaretti ha sido bautizado -a la vez injusta y acertadamente- como un poeta "hermético" que ha buscado entre la naturaleza del devenir lo que pocos han concebido: conducir las palabras a una tensión que las colme de su significado.
Buenos poemas se han encontrado a sí mismos en esa búsqueda.
Leerlo no deja de resultar apacible.
Quién viniera conmigo a través de los campos
El sol se esparce en diamantinas
gotas de agua
sobre la frágil hierba
Me recuesto con
el placer
del apacible corazón
del universo
Las montañas crecen
en corrientes de sombra lila
y se perfilan contra el cielo
En la luminosa cúpula arriba
el hechizo se ha roto
Y yo retorno hacia mí
y anidado me escondo dentro de mí mismo
A la salida
No hay comentarios:
Publicar un comentario