Qué mujer o niña
pasó...?
Pasó con unos ojos de algas que
querían
desprenderse de la
profundidad
para flotar sobre la noche, sobre las vías
de la noche?
Y de dónde esos ojos?
Venían, ciertamente, de las “veigas”
que los vieron
mojar sombras
de “paxariños”,
allá
y abrirles otras “follas” al
rocío,
allá,
entre pestañas de
“herbiñas”?
Pasó a través de la noche y bajó, ay,
de la noche...
Sobre las vías del sueño,
unas
algas...
Dejó, pues, ella, los ojos, sobre las
vías del sueño?
Y qué hará, ella, por
ahí,
qué hará,
sin esas niñas, propiamente, de
verdín, que le daban el agua,
y daban agua?
O vendrá al sueño, vendrá, antes de
que se sequen, ellas,
sin el
agua, ahora, de ella?
Niña o mujer...
niña
que atravesó la noche y le abandonó
para su viático
unas algas de
sueño
por las que teme, ya, el
sueño...
Vendrá, ella, vendrá, antes de
que las queme
el
mismo sueño?
Vendrá?
Pasó a
través de la noche...
Juan L. Ortíz
Como se ve, este poema, publicado
originalmente en el libro “La orilla que
se abisma” (1970), incluye unos versos en la misma lengua gallega en la
cual, según refiere Rodolfo Alonso, cantaron hace siglos los indelebles
trovadores galaico-portugueses.
Esta interrogación que Juan L. Ortiz
hace en el poema despertó la curiosidad emotiva del autor de “el arte de
callar”, quien precisamente tuvo una infancia bilingüe por ser descendiente de
gallegos, y no deja de resultar llamativo que un poeta argentino utilice en un
poema términos lingüísticos que se conservan desde la literatura española
medieval.
Hace un tiempo, en el blog Diario
crítico, Diego Bentivegna reflexionó sobre un hecho relativo, haciendo una
defensa de la lengua de Galicia a través de sus trovadores y juglares,
resaltando que fue precisamente “el
gallego, durante el medioevo, la lengua de los trovadores, como el provenzal en
el Sur de Francia o el siciliano de la corte de Federico II. Muchos de los
poemas más hermosos de la literatura de la península ibérica fueron escritos en
gallego, y en gallego están escritas las famosas cantigas de Alfonso el Sabio.
Algunos de esos poemas fueron reunidos por F. L. Bernárdez en los años 40 en
antologías publicadas por Losada, en un momento en que esos libros llegaban a
todo el mundo de habla hispana…”
Incluso Bentivegna sugiere que “Sin los ejercicios líricos emprendidos en
algún momento en gallego […] la idea
misma de una literatura lusófona sería difícilmente pensable. Pessoa, por
ejemplo. Así como Dante no puede pensarse sin la máquina lírica de las cortes
meridionales, o Petrarca o Villon sin los provenzales…”
Vaya a saberse porqué ciertos pensadores pontifican un canon que excluye estas evidencias.
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