domingo, 10 de enero de 2010

Relaciones

Todo se encuentra en relación, esta aseveración no deja de despreocuparme infinitamente, pero aun así suelo analizar las causalidades y las eventuales ambivalencias que estas paradojas causan. Desde el punto de vista de la creación, esta disyuntiva probablemente permita enhebrar disrupciones desde la abstracción, buscar en intersticios profundos la concepción de lo inaudito, el conjuro de un postulado ceniciento, sin detenernos en el posible quebrantamiento de los opuestos. Ocurre con las noticias diarias, ocurre con lo eventual y lo rutinario (ese bálsamo feroz de todo aquello que anestesia por acumulación de sedimentos).

En este trance separemos a las teorías, si no hay un cuerpo detrás las teorías pueden condenarnos al oprobio y la falsedad, así descuidamos las expresiones del pensamiento, y el lenguaje se bastardea, motivado por los entornos, los contextos y las territorialidades. Aquello escarbado entre malezas sin un norte que sirva de guía.

Salir de la estructura, por lo pronto, sería una saludable tarea.


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