hola núbil di
go nube
cómoan
dás
soy yo
go nube
cómoan
dás
soy yo
Violeta Kesselman
Un trabajo con las
palabras, algo tan sencillo como eso, algo hay en los textos de Violeta Kesselman que trasuntan esa idea.
Valoro el ejercicio
críptico en el entramado de la literatura, cuando la construcción permite
acercar astillas de ideas, volutas éteras, ejercicios gramaticales y
sintácticos.
Voy a incurrir en
una digresión.
Hace unos meses
descubrí, que en el mundo del jazz, algunos cantantes emplean la técnica del
“scat”, que no es otra que una improvisación vocal mediante el empleo de
onomatopeyas que pretenden simular el sonido de ciertos instrumentos musicales.
Este recurso le valió, a Ella Fitzgerald, suplir el olvido ocasional de una
letra cuando estaba cantando en vivo delante de miles de personas, convirtiendo
aquel “scat” en una secuencia memorable posteriormente incluida en una
grabación.
Continuo.
Hay quienes tensaron
el lenguaje creando artefactos fungibles. Como Oliverio Girondo, o como Pablo Katchadjian, el alcance de lo que se sabe y de lo que no.
Las
experimentaciones narrativas extendieron sus límites, yuxtaponiendo
sonoridades, atravesando planos, secuencias, articulaciones, esquemas, reglas,
sintaxis...
En algún punto, esos
troquelados de escrituras imbricadas deberían tender un puente semántico hacia
expresiones concretas, alguna suerte de lineamiento caótico, para luego
complementar con sentido abstracto el esquema del poema o escritura.
Muchas de estas
desavenencias se encuentran “en la masmédula”, de Oliverio Girondo, quien
desarticula lo aparente del lenguaje, deconstruyendo sobre lo construido.
Por vocación de dado
A lo fugaz perpetuo
y sus hipoteseres
a la deriva al vértigo
al sublatir al máximo las reverberalíbido
al desensueño al alba a los cornubios dime sin titilar por ímpetu
de bumerang de encelo
de gravitante acólito de tanto móvil tránsfuga cocoterráqueo
efímero
y otros ripios del tránsito
meditaturbio exóvulo
espiritado en Virgo en decúbito en trance en aluvión de
incógnitas
con más de un muerto huésped rondando la infraniebla del
dédalo encefálico
junto a precoces ceros esterosentes dime al codeleite mudo del
mimo mimo mixto
al desmelar los senos
o al trasvestirme de ola de sótano de ausencia de caminos de
pájaros que lindan con la infancia
animamantemente me di por dar por tara por vocación de dado
por hacer noche solo entre amantes fogatas desinhalar lo hueco
y encontrarme inhallable
hora tras otra lacra más y más cavernoso
menos volátil paria
más total seudo apoeta con esqueleto topo y suspensivas nueces
de apetencias atávicas
al azar dime al gusto a las adultas menguas a las escleropsiquis
al romo tedio al pasmo al exprimir las equis a la veinteava
esencia
y degustar los filtros del desencantamiento
o revertir mi arena en clepsidras sexuadas
y sincopar la cópula
me di me doy me he dado donde lleva la sangre
prostitutivamente
por puro pleno pánico de adherir a lo inmóvil
del yacer sin orillas
sin fe sin mí sin pauta sin sosías sin lastre sin máscara de
espera
ni levitarme en busca del muy Señor nuestro ausente en todo
caso y tiempo y modo y sexo y verbo que fecundó el vacío
obnubilado
inserto en el dislate cosmos, a todo todo dime
alirrampantemente
para abusar del aire del sueño de lo vivo y redarme y
masdarme
hasta el último dengue
y entorpecer la nada.
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