Si lográramos
escribir poemas mediante la oralidad, las construcciones serían inabarcables,
nos daríamos cuenta, por ejemplo, que siempre –o casi siempre– hablamos en
prosa, y que ciertas estructuras se moldean articulando palabras que nunca
serán salvadas en un papel.
El punto sería como
atenuar la respiración en el poema oral, como lograr el vaivén con las
palabras, como ir deshilando la bruma, como observar desde un plano la última
estrofa de lo vertebrado.
Lo que sigue es
parte de una conversación, fue conservada en la memoria, de algún modo, al
transcribirla, soy uno de aquellos reclusos que mejoraron el cinematográfico
poema del marqués de Sade, una poesía hecha desde todos los sentidos; voces,
miradas, orejas, y una única lapicera, copiando el eco de una idea con errores
de ortografía.
-Yo he recibido
cartas a mano, ya no se estila, llegaban las cartas y los papeles venían con
lágrimas, venían con vino, una serie de manchas que quedaban impregnadas con la
escritura, y sin embargo eran despachadas al destinatario. Con la encomienda no
solo llegaban las palabras escritas, llegaba también el perfume, cierta
presencia de un tiempo muerto, la permanencia de lo invisible.
-Se dijo alguna vez
que antes, la mano conducía al pincel y que ahora la máquina conduce a la mano.
-es cierto eso, no
sé quien lo dijo.
-la primera arte
mecánica es la fotografía, ahora están los correos electrónicos y también esto
de twitter, que obliga a ser conciso, en realidad obligaría a la poesía a ser
concebida.
-El otro día
comentaba que la poesía debe ser hecha por todos, he notado que en algunas
ceremonias chamánicas hay una elaboración de la muerte, una construcción
colectiva, los ancianos transcribieron desde la oralidad aquellos quejidos y
aquellos gestos, recitaban con lanzas primitivas y andaban con una especie de cántaro
y un palo, siempre en movimiento, y cuando les preguntaron porqué hacían eso
contestaron que si paraban se caía el universo...
Luego el tema cambia
una vez más, el interlocutor ya no interrumpe, el emisor monologa, pero me
basta el ejemplo para tomar algunas ideas, a pesar de las rupturas discursivas
en la conversación. Luego podría haber poema, pero para eso es necesario
encontrarlo, dejar que también nos encuentre, mientras otras cosas van
fluctuando, elementos de la realidad que se insertan, disyuntivas que van
agregando variables, partes reales y partes imaginadas, partes extraídas y
partes arrancadas (que no es lo mismo), y luego parece que es posible comprobar
cierta hilatura, cierto sentido,
entonces solo queda terminar lo que siempre estuvo en el aire, hacer un
trabajo con las estrofas, como partículas de un universo acaso incomprendido.
Hacen falta más conversaciones como la que posteaste. También encomiendas. Saludos :)
ResponderEliminarRecuerdo varias conversaciones Emilie, encomiendas no se, veremos que ocurre.
ResponderEliminarSaludos y gracias!