“La
poesía, y el arte en general es un acto de resistencia contra el envilecimiento
de los tiempos. Cuando hablo de acto de resistencia no me refiero a acto
voluntario. El solo hecho de que el arte exista es un hecho favorable en la
historia. La creación de zonas de belleza y de cierta verdad, cuando uno lee
poesía, ve un actor que le gusta, provoca una especie de encuentro, y también
una especie de consuelo, porque uno piensa que a pesar de todas las catástrofes
habidas y por haber nada ha interrumpido a la creación. Esto, con momentos más
brillantes o menos, más o menos oscuros, continúa desde el fondo de los tiempos”.
Dejo al pasar uno de sus versos, de un libro que es algo así como un consuelo para la propia poesía: dibaxu (en sefardí “debajo”)
No sé tu nombre
Eres mi única palabra.
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